miércoles, 2 de mayo de 2018

Sobre el pragmatismo que necesitamos a gritos


Por lo pronto, en los colegios finlandeses ya eliminaron la escritura a mano y los cursos. Esperemos que algún día algo de ese espíritu pragmático llegue al Perú.

Este gráfico sobre lo que realmente deberíamos aprender en el colegio me hace recordar un episodio que pinta de cuerpo entero dos realidades educativas opuestas.

Tengo una sobrina de la misma edad de mi hija que nació y vive en los EE.UU. Durante una de las visitas de mi hermana al Perú, me encontró ella estresado por el tiempo y dinero que me estaba costando conseguir para mi hija el disfraz más específico del mundo, uno que no solo había que llevar a una actuación, sino además complementar con cierto peinado, accesorios para el cabello y hasta maquillaje. Los colegios en nuestro país se enfocan en esos detalles de forma obsesiva, y en aquella fijación -además de arrastrarnos a los padres- se echan al agua tanto tiempo, dinero y energía que bien podrían utilizarse para construir.

Entonces me contó cómo funciona en la escuela californiana de su hija cuando los niños tienen que disfrazarse: la profesora le da a cada niño tijeras, plumones y cartones para que ellos mismos hagan lo que bien puedan y quieran con sus propias manos. Así de simple. La filosofía del "Hazlo tú mismo" inculcada desde el kínder.

Cuánto lograríamos con solo este cambio. Para comenzar, se cortaría el nefasto mercado de accesorios inútiles para niños que necesitan a gritos aprender. Al empoderarlos así -y esto es lo esencial- les haríamos saber que es su creatividad la que los hará grandes, y que ser un niño pequeño no significa ser incapaz de crear y tomar decisiones. Significa decirles: "Toma las herramientas: el mundo está en tus manos".