miércoles, 2 de mayo de 2018

Beatrix Kiddo VS Gogo Yubari


No es secreta la devoción de Quentin Tarantino hacia Takashi Miike, a quien definió como "El Padrino del cine ultraviolento". Maestro de las artimañas más sucias, absurdas e inverosímiles que se puedan utilizar a la hora de contar una historia, Miike vomitó en el 2001 "Ichi, el asesino", una película con escenas muy difíciles de soportar, sobre todo para los hipersensibles espectadores de hoy. ¿Cómo podría apreciar la estilización de la violencia un auditorio tan acostumbrado al verso, la filosofía y la corrección política?

Tarantino comparte todas la obsesiones de Miike. Mi favorita es aquella por tomarle el pelo al espectador. Ambos se esfuerzan en lograr escenas tan inverosímiles que nos arrancarían carcajadas de no ser porque contienen tanta sangre. A veces, claro está, la carcajada tiene que escapar. Ambos son artistas geniales luchando por ser malos, por lograr una apariencia de película barata, mal hecha, grotesca, como para que nadie en su sano juicio quiera verla (o seguirla viendo). Juegan todo el tiempo con una balanza de precisión que contiene lo bello y lo vulgar por partes iguales, y es entre estos dos pilares que arman sus disparates cinematográficos. Esto es alquimia pura: convertir metales vulgares en oro, aunque cuidando de no refinar toda la superficie sino más bien de salpicar extensiones de ésta con elementos que jamás lograron la transmutación. Y no la lograron porque sus directores así lo quisieron.

Kill Bill es una carta de amor de Tarantino a Miike, una manera de dar las gracias a un maestro y alma gemela. "Mira la obra maestra que hice con todo lo que aprendí de ti".

En esta escena, Beatrix Kiddo se enfrenta con su sable a Gogo Yubari, quien es la encarnación de todos los fetiches y estereotipos de la sexualidad femenina en Japón, con uniforme de colegiala incluido. Armada con una cadena que lleva en su extremo una esfera metálica con púas (por alguna razón, a nadie se le ocurre nunca sacar una pistola), Gogo es una de las pocas que termina poniendo en verdaderos aprietos a esta chica blanca que ya recorrió medio mundo despedazando rivales de toda raza y género en busca de venganza.