domingo, 13 de enero de 2019

Créditos finales de Kill Bill Vol. 2: Malagueña salerosa


♫ Qué bonitos ojos tienes
Debajo de esas dos cejas
Debajo de esas dos cejas
Qué bonitos ojos tienes ♫

Aunque no suelo recordar los soundtracks luego de una película, Kill Bill está lleno de sorpresas musicales que se adhieren incluso a la memoria más frágil y a la mente más dispersa. Quentin Tarantino, como buen maestro de encajar elementos aparentemente incompatibles entre sí, finaliza la epopeya de Beatrix Kiddo (La Novia) con el clásico de la canción mexicana Malagueña salerosa. En esta oportunidad, lo interpreta Chingón, banda que Robert Rodríguez improvisó para filmar en 2003 Once Upon A Time In Mexico, y que se mantuvo luego como fiel acompañamiento de Rodríguez y su grupo de cineastas delirantes, entre los cuales se encuentran Eli Roth, y por supuesto, el mismo Tarantino.

¿Qué diablos hace una canción amorosa en español en medio de esta ultraviolenta historia en inglés, japonés y chino? ¿cuál es la relación? Pues ninguna. Esa es precisamente la magia.

♫ Malagueña salerosa
Besar tus labios quisiera
Besar tus labios quisiera
Malagueña salerosa
Y decirte niña hermosa ♫

Así, Tarantino nos va mostrándonos a los actores uno por uno en escenas emblemáticas de las dos cintas. Bill, padre de la hija de Beatrix, aparece muerto en el piso mientras los créditos en letras amarillas nos recuerdan que se trata del gran David Carradine. Chiaki Kuriyama (Gogo) aparece sangrando por los ojos justo en el momento en que La Novia le atraviesa la nuca con un tablón de púas. Yoshijuki Morishita es solo acreditado como “Hombre de negocios de Tokio” en el momento en que Gogo le atraviesa el vientre con un sable, como culminación de uno de los diálogos más absurdos de una película donde el absurdo es la constante, la esencia y la meta:

Hombre: ¿Te gustan los Ferraris?
Gogo: ¿Ferraris? ¡Basura italiana!
[Asqueada, golpea su botella de licor contra la barra del bar donde se halla bebiendo. Desafiante, se dirige hacia el nervioso japonés que trata de impresionarla]
Gogo: ¿Le gustaría penetrarme?
[El hombre de negocios ríe nerviosamente ante la propuesta].
Gogo: ¡No se ría! ¿le gustaría penetrarme? ¿sí o no?
Hombre: ¡Sí!
[Gogo entonces lo apuñala]
Gogo: ¿Cómo se siente ahora, campeón? ¿todavía quiere penetrarme? ¡Ahora soy yo la que lo penetró a usted!
[Retira de golpe el arma punzocortante y ríe mientras el tipo cae muerto sobre el piso].

Beatrix Kiddo aparece magullada, pero feliz al volante del auto y rumbo a la paz que espero por tantos años mientras las letras amarillas escriben el nombre de Uma Thurman. La guitarra eléctrica -tocada nada menos que por Robert Rodríguez- continúa, mientras una voz de mariachi pop alarga la estrofa final de la canción:

♫Eres linda y hechicera
Eres linda y hechicera
Como el candor de una rosa
Y decirte niña hermosa ♫

No puedo pensar en una mejor manera de cerrar una historia como ésta. Yo creo que no existe.